sábado, 29 de agosto de 2020

DISTOPÍA CON ZOMBIS DE VERDAD.....


Me gusta mucho la distopía, mis amigos lo saben. Películas como Blade Runner, series como Altered Carbon..etc..

Hace poco soñé que salía a la calle sin mascarilla y me daba cuenta a mitad de camino –aburridísimo–. Soñar que no llevas mascarilla, en realidad, mezcla un poco de ambos mundos: la distopía con la rutina. Salir sin mascarilla se ha convertido en la nueva desnudez. Pero esta pandemia no tiene olas gigantes, ni zombis que te persiguen por la calle cuando sales a hacer la compra. No estás en el pasillo del supermercado eligiendo qué maldito champú comprar y bajas los pies y hay uno mordisqueándote un tobillo (les encantan los tendoncillos).
Pero si, un poco de fin del mundo sí que hay.
Nos encontramos, metidos de pleno en una distopía, aunque sin los elementos más glamurosos. En las pelis nunca hay uno que se pone la mascarilla por debajo de la nariz, por ejemplo, y las enfermedades con las que se infectan las personas las convierten en bestias sedientas de sangre. Aquí no, aquí todo es demasiado real para ser ficción.
Sin embargo, este verano he descubierto que al final sí que había zombis en nuestro particular apocalipsis. No solo eso: hay más de los que pensábamos. Lo que ocurre es que andan por ahí, camuflados entre la gente. No tienen los ojos inyectados en sangre ni desencajan sus mandíbulas, pero sí tratan de comerte la cabeza. Empiezas, desprevenida, con una charla amena sobre la vida. Claro, sale el coronavirus, si ahora ocupa gran parte de nuestro día a día. Y su cerebro zombi empieza a maquinar: "Yo no creo en las vacunas". El ataque ha empezado.
Y siguen con lo del 5G.
Atacan a nuestra libertad qué será lo próximo una mordaza, ni trates de desarmar sus teorías con hechos. Les da igual: solo quieren comerte el cerebro y que te conviertas en uno de los suyos. Su palabra favorita: 'Infórmate'. Infórmate, sí, en las páginas que ellos te digan. Porque todos sabemos que todo lo que se sube a Internet es verdadero (bueno, todo no, hay que quitar todos los 'medios oficiales' y todos los 'cómplices' de los medios oficiales). No te queda otra que unirte al club zombi. Al parecer muchos lo han hecho durante estos meses sin que nos diéramos cuenta, o dar media vuelta y salir corriendo sin mediar palabra.
Lo de saber que haya zombis da un poco de vidilla a este fin del mundo tan soso, pero es una lástima que no puedas distinguirlos a simple vista y que te pongas a charlar con ellos sin saber que en su cabeza ya están saboreando tu cerebro. Se agradecería que tuvieran un hilillo de baba en la comisura del labio, que emitieran algún sonido gutural o que todos se parecieran a Miguel Bosé.