lunes, 1 de marzo de 2010

yo...mi vida.



...habeis visto algo que llevo muy dentro de mí. Mi vida, mi infancia, mi juventud, mi madurez, forman parte de mi ser, de mi alma. Fluye por mis venas como la propia sangre.



Pero como todo caballero debe de presentarse como es debido. Para vosotros.


Mi nombre es Iván, nací en un lugar maravilloso cuyo nombre es Arnao, a orillas del mar Cantábrico junto a la playa y a una cantera de roca natural datada del devónico, como así lo traducen sus millares de fósiles que la recubren.




















Mis primeros pasos fueron precisamente por la propia cantera, absorviendo toda su luz, de una roca a otra saltando y jugando con su multitud de posibilidades, bañándome en sus aguas, pescando en sus calas y descubriendo por si solo la gran maravilla que me embolvía en esos momentos de infancia.



Los Perresiles que era como nos conocían y nos conocen en el lugar. Motes que cada familia tenía arraigada por la familiaridad de vivir en un lugar que conmovía de tan pobre que era, pero ahogaba por la felicidad del entorno.



Mi Padre, Raúl, fué el encargado de fabricar todos mis sueños alrededor de la paz y hermosura grandiosa del lugar de las arribas. Lugar por el que paseábamos junto a nuestro perro de nombre Full, perro lobo negro, de energía y vitalidad envidiables.



Las praderas verdes al lado de los acantilados bañaban mis ojos, llenándolos de una diversidad de movimiento, libertad y alegría incomparable.



















Mi madre, Maria del Carmen, buena, comprensible y con unas ganas de vivir insuperables, me enseñó todo lo que, hoy en día, intento poner en practica..bondad hacia todo y todos así como el respeto por las personas que conocemos y mucho más por las personas que todavía no tenemos el gusto de conocer.....que sabiduría y que razón tiene. Así son las madres.



Teniamos nuestra propia huerta de hortalizas y verduras. Pequeña, pero trabajada por mi padre todas las tardes de verano e invierno hasta que la luz lo permitía.



Cómo recuerdo el sabor de sus ricos y rojos tomates, grandes patatas pero sobretodo las lechugas que tanto me gustaban y me gustan, por supuesto. Y el sabor incomparable de sus berzas.



Mi bisabuelo, mientras tanto, vigilaba desde el patio de la casa para detectar que todo iba como a él le gustaba. Lalo, que así se llamaba, nos contaba a mi padre y a mí, en esas tardes de siega, las andanzas e historias que tanto me gustaban escuchar acerca de Arnao y su propia y personalísima historia.



De la Mina que hay, que se adentra de la playa al mar por debajo de su Castillete y de sus entrañas, hasta los carretados de carbón que él mismo traía desde San Juan de Nieva hasta casa para paliar el frío del invierno.



Todo dentro de una sabiduría que la gente de su edad tenía, desafortunadamente gracias al paso del tiempo, de un tiempo lleno de desgracias, hambre, frío y guerra civil, con su inevitable escapada afuera de España.....los que consecuentemente con sus pensamientos querían y quieren a esta tierra, nunca nos olvidaremos de las hazañas de los poderosos o mentecatos de mente fascistas que poco a poco iban arañando la sacrificada vida que esta gente iba llevando con la mejor dignidad.



Mamita, de nombre Sagrario, la mujer de Lalo mi bisabuela, se calentaba con un café recién echo acompañada de la conversación de su tan querida hija y abuela mía Conchita, mientras mi Padre yo y mi Madre, disfrutábamos de nuestro sitio en Arnao. Sobretodo de la cocina de carbón que me echizaba, viendo como el carbón, tan fatigadamente ganado, se iba consumiendo a base de chispeantes llamas que sognolientaban mi inocente sueño, que poco a poco se iba adueñando de mí....escuchando el crepitar de las llamas.



Pero lo que más recuerdo es a mi Abuelo Alfredo, que con su tacto de manos ásperas de trabajar embarcado en mercantes durante la guerra, me iba contando a mí y a mi Padre lo que en la mar vió y lo que en la mar olvidó...sentados bajo la eterna mirada de una vara de hierba bien apilada por mi Bisabuelo Lalo, cuando todavía las fuerzas en sus brazos aún no le habían abandonado.



Todo esto se iba recopilando en mi mente, la cual iba creciendo en comprensión. Mi cuerpo, que avanzaba en altura y energía, iba explorando todo lo que alrededor tenía..Así comencé a disfrutar de mi sitio...de mi Arnao...



La Cantera, corriendo a través de las rocas fosilizadas llegando al paso del Corredorín. Atravesado por la garganta del Corredorón y llegando a su superficie irregular donde pescaba unos buenos Panchos y algún Sargo que otro.

Mientras lo hacía, a lo lejos observaba el perfil de la Ladrona, cuyo pelo era segado por mi bisabuelo en tiempos de juventud para ganarse el pan que tanto se necesitaba.



Al atardecer, subía por el caminín hasta las arrivas y me sentaba en mi lugar favorito. Mi sitio de reflexión, donde veía el atardecer aspirando con ánsia el aire asalitrado que provenía del mar enfurecido viendo como el día nos iba dejando para dar paso a la noche.
















El pito de la niebla me despertaba súbitamente a la mañana siguiente, vistiéndome a toda prisa para observar como se iba disipando la niebla para dar paso al sol.



Apresuradamente iba a comprar al Economato (conomato como coloquialmente lo deciamos ), el pan que me lo daba Julio, el panadero, con todo el cariño y embuelto en un olor a pan recién echo que hacía caerme la baba como un bebé....que recuerdos....



La garrafa de vino. Vino muy bueno según los mayores, y que con tanta gracia me llenaba a granel aquel vinatero de nombre Pepe. Arropado por su gente, iba dando sorbos a su propio vino, dejando escapar culinos del mismo que los vertía por la bomba que servía tan dulcísimo nectar.

Siempre en los momentos de despiste y entretenimiento de su gente.....pero yo me daba cuenta....mis retinas lo grababan como cámara directa.



En mi vuelta a casa me paraba en casa de mi tía abuela Covadonga, quién me daba algo de dinero a cambio de un beso, cual capital yo gastaba con una alegría y cara de pillo en golosinas en el quiosco de la carretera, el hijo del peque, que hablaba de una forma muy peculiar y que tampoco olvidaré. Tenía unos regalices que sabían a gloria bendita.



Al llegar a casa cojía mi caña y desde el tunel hasta la hollina iba pensando en donde me pondría ese día para que se diera buena pesca. No sabía si quedarme en la punta de la Lauriana ( donde aprendí a nadar ) o bajar a la puesta de Don Juan.



Al final me quedaba donde siempre.....me iba un poco más lejos, al Pical, donde las Roballizas iba a comer,dándoles yo el cebo fresco que les tenía preparado atraidas por el enguado de mejillón pequeño que mi Padre me había preparado el día anterior.



Había un pequeño y gran problema a la vez. Yo era muy joven y tenía que pasar por dentro de la familiar fábrica llamada Real Compañía para acceder a esa punta visitada por los pescadores del lugar...una fábrica tan arraigada a Arnao como las propias rocas que lo conforman, que acechaba la playa con sus dos chimeneas a todo tren. Teniendo que pasar desapercibido, ya que un chabal de 8 años en una fábrica, poco tenía que hacer nada más que pasar para ir a pescar...y eso no lo veían nada bien...nada bien...



Por la tarde me iba a la Playa, pero antes las clases de natación que mi padre con severidad y disciplina , como es él, me enseñaba primero en la Lauriana y la Hoyona para aprender a flotar y con posterioridad el gran valor de meterse en la gran y preciosa Hoyina. Nuestra piscina natural, donde cubría, pero con tesón y alguna lágrima....al final aprendí a nadar. Perfeccionándolo hasta tal punto de tirarnos, yo y mis amigos, de la Hoyona abajo en marea alta y de atravesar nadando de Arnao hasta Santa María del Mar, en años posteriores, acompañado de algún amigo y de mi padre.



















Todo ello a la par de mi inclusión en el mundo del deporte gracias al seguimiento de mi abuelo Alfredo en el Polideportivo de Piedras Blancas, del cual él era el conserje, al que querían con auntentica devoción todos los jóvenes de la zona. Así es que posteriormente, recordándolo, harían una calle en nombre de él. Una calle muy muy secundaria, muy pequeña. Un tramo asfaltado detras del subsodicho polideportivo pero al fin y al cabo un recordatorio por todos..que es lo que realmente importa.



...así fueron pasando algunos años hasta mi gran despedida del lugar, ya que a mi Padre lo trasladaban por su trabajo a Galicia.Una gran conmoción en mi cabeza iba de un lugar a otro de mi ser.....dejaba la libertad...la naturaleza y mi pasado infantil para dar la bienvenida a mi adolescencia presente y a mi madurez futura, acompañado del gran asfalto y lo desconocido...




















A partir de ahí mis idas a Asturias, a Arnao, eran puntuales pero si intensas. La adolescencia la pasé entre mis estudios y mi tabla de Surf, y la Playa de Arnao la que me daría tantas satisfacciones con esas olas...paredes de derecha que me tapaban, viendo por el único agujero que quedaba visible a la ya mencionada vara de hierva en lo alto de la Playa.

Jocósamente pasé de llamarme Iván a llamarme el gallego, entre la jerga de los locales surfistas que llenaban mi tiempo de disfrute...Nacho, Iván Ovies, ivan, tiña, Jorge, Alejandro bugueros o bodyboarderos y los surfistas Peli, Leandro, Java, José García, su hermano Javi y posteriormente Jesús ( Inex )...todos gente de y para Arnao.



Acompañaban aquellas sesiones tan memorables de las verdaderas olas de Arnao, que muy pocos saben manejar con la verdadera destreza que así lo requiere.

Aunque muchas de esas sesiones las pasaba solo...pero acompañado de la grandeza.....de Arnao..

















pero ese tiempo también pasó..llegó a su fin, entre tormentas con truenos atronadores y rayos en el horizonte, que era cuando más me gustaba entrar en el agua.....



Ya en la actualidad perdiendome entre los entresijos y caminos de la mente no hay tiempo que me dejen libre para que no me coja la mochila y me vuelva a mi hogar, perdiéndome por los recodos más escondidos de mi Arnao querido.....deseado.....y tan anhelado desde la distancia..





Con mi bicicleta de paseo, todos los días paso por Casa Gilo. Un bar o chigre, como lo llamamos los Asturianos, muy conocido por los lugareños.



Paso y saludo a mi padre y a mi tío Ramón, que están tomando unas sidras y comentando hazañas y lo más importante; como se dará la partida que habitualmente por la tarde se celebra...

..oliendo ya las chimeneas de las casas que están preparando las comidas para la gente que viene de trabajar de la Asturiana....ese olor.....tan embriagador como trasladador a tiempos pasados...un olor que va del mediodia a la noche..de la comida, a la cena y al calentamiento de las casas.



Y luego me acerco hasta el alto la playa para vigilar y detectar que todo esta como a mi me gusta, al igual que hacía mi bisabuelo, en un pasado tan añorado como orgulloso,desde el patio de la casa....





















tú me has echo lo que yo soy hoy en día.....y nunca,nunca te olvidaré y siempre te tendré en mi corazón, ya que me viste nacer...me viste crecer....y me estás viendo envejecer.....



vosotros, gente de Arnao, sabeis a que me refiero con todo esto. Vosotros, gente del mundo imagínenselo....visualícenlo......es muy fácil, ese sonido..ese olor.....





Hasta el fin de mi existencia me tendrás en tus brazos.....

Arnao.......................................................................................................................................









de la tierra al cielo.........






relámpagos...el tiempo en su estado natural.


es cierto....aunque mi mente jamás se habría imaginado que eso fuese, ni tan siquiera posible, ..lo es.

La vida, con lo bonita que es, tiene un halo de imán para lo inóspito, para lo extraño.Para las cosas que suceden sin saber, sin controlar.
Se escapan de las manos como si agua pura y cristalina quiesiéras atrapar con los dedos...
se va...no puedes...

La pensatividad y la reflexión son mis armas más usadas y mi principio de vida.

Perfeccionista?..sobretodas las cosas, aunque eso lleve a veces a situaciones de ira, apaciguada siempre por medio de un visceral sentimiento de tranquilidad....inducida como es lógico.

Todo lo controlo, como por arte de magia, en décimas de segundo intentando hacer que mi equilibrio interno sobresalga, haciendo que lo transforme en un buen humor constante.
Eso hace que las endorfinas que llevamos en nuetro interior hagan su trabajo. Transformación a pasión, en manera de vivir...sin tener en cuenta aspectos externos, exterioridades que perturban una inmensidad profunda y complicada como es la manera de vivir ...la vida..mi vida.....

Todo esto se vino abajo....y ¿ me importó ?.....de ninguna manera......aunque si he de reconocer que me hizo volver a reflexionar..pero esta vez viajando al interior de mi corazón haciéndole una concreta y definitiva pregunta; que es lo que quieres hacer...

Lo conozco desde hace muchos años...lo s que tengo y sé que siempre ha respondido a todos los impulsos que le he enviado. Lo que ocurre que el final de esos impulsos bellos e ilusionados....eran...de suma melancolía, pena y dolor....que es lo que, actualmente utiliza él como bastón de mando en la vida diaría....en mi vida diaria.

Esta vez , lo curioso es, que la melancolía y la pena se colocan en primera posición no en la última como hasta ahora. antes incluso de empezar esa ilusión tan hermosa que te atrapa, imantando el corazón de una finisima y narcótica lámina de ..amor....

Esta melancolía es pena por no poder....por no poder vencer al tiempo como físicamente se pudiera vencer...con sus mismas armas.....moverse en su terreno..adelantando o atrasando su condimento..su modus vivendi....su herramienta de trabajo...

No podemos hacer eso....al menos en esta vida.....y es por lo que mi corazón llora.

Entonces.....debo elegir, debo seguir el dictamen de la naturaleza y llevar el corazón encendido....con lo que la vida de ella debe de seguir, continuar su camino...y la ilusión llegará por si sola...tiene mucha vida por delante..muchas experiencias, muchas amistades..muchos amores....

Yo solo soy un simple paso más....una mera porción de tiempo que llega, ilusiona, pero que desesperadamente pasa dejando en su corazón un sello que nunca olvidará, como algo bonito mientras estaba latente en su corazón.......que lo ha sido....

esto es lo que va a dejar en el mío.....lleno de bondad...y elegancia que es lo que tienes.....

nos veremos en otro relampago sentimental.....te veré mas adelante....pero ahora disfruta de la vida...es mi doloroso consejo...

para mi preciosa, inteligente y buena.....la niña de febriles sueños..la niña de ilusiones depor venir..la amante del silencio tanto como yo....tú.....mi hermosa niña.

sigue sacando esas sonisas que derriten al hielo fino de la escarcha de laa mañanas frías de invierno.....


" Pocas cosas son las que consiguen robarnos algun sentimieno involuntario... y cuando mágicamente alguna de ellas atraviesa nuestro camino como un relámpago, no huyamos..."