martes, 6 de septiembre de 2011

los peculiares de la noche coruñesa




Todo bar tiene su borracho, y por este nuestro garito particular, como no podía ser menos, pululan algunos personajes dignos de mención.


Así que aprovechando la ocasión que me brinda este blog de variada temática, siempre tratando de ser enfocada desde el punto de vista de ese pequeño microcosmos que es la barra de un bar, voy a dejar de un lado la música y otros menesteres para disponerme a analizar a uno de los personajes más míticos de las noches coruñesas y a desentrañar muchas de las leyendas urbanas que se le atribuyen.


Estoy hablando, indudablemente, de Nato.

A riesgo de equivocarme me gustaría que me corrigierais, ya que seguramente muchos de vosotros sepais más historias que yo sobre él y espero que se contribuya a este post en forma de comentarios, para que entre todos podamos desgranar un poco de la personalidad de este excéntrico personaje.


Su verdadero nombre, Donato o Fortunato, se desconoce, pero es llamado por todos "Nato" a secas. Se sabe que vive en el barrio de los Mallos, aunque algunas personas piensen erróneamente que se trata de un vecino de la zona centro de A Coruña, ya que antaño allí se le podía ver todos los días haciendo el majara por la calle de la Barrera o por la plaza del Humor.


Su aspecto es el mismo desde hace una década. Su jersey de pico Lacoste de color rojo tiene tanta historia como él, es como su segunda piel. A veces se le ha visto también esgrimiendo peligrosamente una muleta o un paraguas a escasos centímetros de las cabezas de los viandantes.


Al parecer su familia está económicamente bien posicionada, por lo que no se ve obligado a trabajar, por lo que supongo que cobra algún tipo de pensión. De ahí que se difunda entre los vecinos de los Mallos el rumor de que es su hermana quien después de cada "viaje" del borracho por los locales de la movida coruñesa, va pagando las consumiciones que él toma.


Otra leyenda extraña que circula sobre él, según fuentes cercanas, es la que le ocurrió a un buen amigo mío, que al verlo un día en la calle por la mañana lo saludó tal y como lo hacía habitualmente cuado se veían por la noche (borrachos los dos) y el primero lo ignoró como si se tratase de otra persona. ¿Un indicio de un transtorno bipolar? El caso es que está comprobado que por las mañanas se trata de una persona distinta, seria y de carácter reservado, pero es la noche el momento álgido en el que se le puede observar en plena faceta etílica.

Su nota más característica es su forma de hablar ininteligible, si acaso sólo comprensible para los que cómo él practican con su codo a ver quien lo empina más y ya tienen connotada experiencia en el lenguaje de signos. Como ejemplo los videos que aquí hemos colgado, en los que no se sabe muy bien si está cantando una ranchera o es una especie de cántico popular tirolés.


Esto es más o menos lo que puedo contar sobre él, o al menos lo que se ha salvado de las lagunas de alcohol en las que mi memoria ha estado ahogada durante años.


La pregunta es, y aquí viene el gran enigma: Alguien le ha visto beber alguna vez? Está borracho o simplemente simula estarlo?

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