domingo, 15 de abril de 2012

A Coruña. El lugar de mis sentimientos...mi vida

No hay un solo día que no deje de pensar en sus calles, en sus gentes. Algo me rodea, como un sentido abrazo.
En el atardecer de los tiempos me propongo despedirme de mi lugar. Sus sonidos tambalean en mi mente con una suavidad inusitada dando un sentido a mi vida.


Los instantes al lado del mar. El olor, su silencio, su viento alimentando mis ojos hacían que me sintiera uno más, con el verde que mezclaba colores y luces en mi retina.

Sus calles estrechas, empredregadas y viejas hacían de mí ser un camuflaje entre sus árboles, piedras y gotas de lluvia.



Solo un tremor estallaría en mi alma si tuviera que abandonarla, eso pensaba…eso pensé.



Tuvo que ocurrir, nada me llenó de más tristeza que la llegada del día de mi marcha.

Mi despedida, mi hasta luego que nunca adiós, se quedó impregnando los granos de arena de la playa, la playa de mi juventud, la playa de mis tristezas y de mis alegrías.



El lugar de mis confesiones, de mis amores y de mi adolescencia. Al lado de un rocoso acantilado granítico que vigila el mar, dando paso a la luz de la noche aclarada por la estampa majestuosa, conciliadora y auxiliadora de la historia pasada y presente. El faro que ilumina los corazones de toda la gente de A Coruña.



Todo tiene su fin, pero también su inicio. En cualquier lugar de mi ciudad hay un pequeño trocito mí. De una vida plagada de experiencias y anécdotas que marcaron un punto de inflexión dentro de mi alma.



Como decía el poeta. “Todo lo que un día se vive, queda gravado en el corazón hasta que deja de latir. Se acaba la vida pero eso queda para la eternidad...”

En mí vive, porque quiero que viva....y vivirá hasta la eternidad.

Aún no te he dicho adiós. Pero si te digo, que volveré.....

A Coruña ciudad monumental y grandiosa donde las haya, con gentes asertivas y solidarias. De corazones abiertos, de aventurera historia y pastos verdes ensalitrados de mar y belleza.



Mi sangre está unida a la tuya.....espero pronto volver a verte...y cuando eso ocurra te recompensaré con mi sonrisa y mis lágrimas, en el acantilado, a los pies de o Seixo Branco...brindándote estos sonidos...





Espérame¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡








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