miércoles, 22 de agosto de 2018

Vidrio Bajo Emisivo



La principal cualidad del vidrio Bajo Emisivo es la de mejorar en gran escala la eficiencia energética de las ventanas. Se ha desarrollado gracias a unos tratamientos a base de una capa metálica neutra (vidrios de capa) y se pueden aplicar a cualquier tipo de cristal ya sea cámara, laminado o templado.

El vidrio Bajo Emisivo minimizan la pérdida de calor de los edificios, debido a que reflejan parte de la energía emitida por los aparatos de calefacción y lo devuelven al ambiente interior. A la vez nos permiten tener unas extraordinarias propiedades para la transición de luz natural, lo cual nos regala un conjunto perfecto entre ahorro de energía calórica y aprovechamiento de la luz natural.
El vidrio bajo emisivo actúa como un abrigo que mantiene el calor de la calefacción en las habitaciones haciendo un efecto “rebote” lo mismo que haría una prenda con tu cuerpo.

En los meses de invierno, los vidrios Bajo Emisivo, reducen la pérdida de calor. En los meses de verano, y en cerramientos con orientación sur, los vidrios Bajo Emisivo, pueden llegar a trasmitir demasiado calor, con lo cual, para mejorar las condiciones durante todo el año y conseguir unos resultados óptimos, lo ideal es optar por una solución que combina vidrio Bajo Emisivo (aislamiento térmico) y control solar.

El vidrio Bajo Emisivo se han desarrollado gracias a unos tratamientos a base de una capa metálica neutra (vidrios de capa) con un alto contenido en plata y otros óxidos metálicos, que mejoran sus prestaciones en el campo del aislamiento térmico. Estos tratamientos se pueden aplicar a cualquier tipo de cristal ya sea cámara, laminado o templado.

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