Los círculos verdes, insaciables de luz alimentada por un magnífico cuadro de libros tirados sobre la alfombra de un salón lleno de soledad.
Luz tenue, cálida y vaporosa, ensangrentada con gotas de sudor frío.
Mojadas de ternura y transparencia. Marrón de miradas, fusión de sabores.
..Y así llegó Morfeo…y así se fue la consciencia...
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