domingo, 17 de marzo de 2019

Riesgos Laborales y VITALES

Guauuuu¡¡¡ Bajo responsabilidad de un profesional cualificado y casi ni así...en fin

CUIDADO cuando vayáis a mirar comprar un piso en cualquier edificio. Nuevo pero sobretodo existente, vigilarlo todo.

Qué miedo.

El cambio climático es el síntoma pero la enfermedad es el capitalismo

JORGE RIECHMANN / FILÓSOFO Y ECOLOGISTA



Profesor de Filosofía moral en la Universidad Autónoma de Madrid, traductor, poeta, ensayista y miembro de Ecologistas en Acción, Jorge Riechmann (Madrid, 1962) desgrana un buen puñado de reflexiones incómodas sobre un modelo de vida que dirige a la humanidad hacia el despeñadero. En su libro Autoconstrucción cataloga el siglo XXI como “la era de la gran prueba” porque, según dice, “somos la primera generación que entiende perfectamente lo que está pasando con el clima y posiblemente seremos la última que pueda evitar la catástrofe hacia la que nos dirigimos”. Lo suelta a bocajarro, como un puñetazo entre los ojos. Consciente de que el pesimismo en estos tiempos de oscuridad tiene cada vez menos adeptos, Riechmann censura sin ambages la mercadotecnia del “buenismo” de la que hace gala el sistema convocando grandes cumbres climáticas en las que a muchos se les llena la boca con compromisos medioambientales y “energías verdes” pero luego estigmatizan a los movimientos ecologistas como ingenuos apestados. La realidad que dibuja es desoladora. Todo está en contra del planeta pero, frente a eso, no cabe la resignación. “Aún podemos actuar contra este modelo de producción salvaje porque no está sujeto a ninguna ley física, como lo está la naturaleza, que impida cambiarlo”. Es el mínimo espacio que este investigador apasionado deja abierto a la esperanza.
¿Tiene solución el planeta?
Pienso que sí. Lo que no tiene sentido es intentar salvarlo interviniendo sobre el consumo y dejando intacta la voraz cultura productiva. Ambas variables caminan de la mano aunque no valga sólo con esto. Por nuestro comportamiento depredador con los recursos naturales y la biosfera habría que hablar también del extractivismo y, a mi modo de ver, también del exterminismo, una noción acuñada por el historiador británico E. P. Thompson para explicar la estructura del mundo a finales del siglo pasado, cuando las dos superpotencias nucleares enfrentadas amenazaban con aniquilar cualquier rastro de vida en el planeta. 
La medida referencial del éxito de un sistema es el PIB. Si crece significa que las cosas van bien y hay esperanza de una vida mejor. 
Es la locura típica de una cultura denegadora como la nuestra. Digo denegar porque va más allá de ignorar lo que pasa y es no ver lo que tenemos delante de los ojos. Significa que no nos hacemos cargo de las consecuencias de seguir chocando contra los límites biofísicos de manera violenta. Nos hacen creer que vivimos en una especie de Tierra plana en la que podemos avanzar de manera infinita porque los recursos naturales son inagotables y la capacidad de absorción de la contaminación es ilimitada. Esto es una fantasía porque las leyes de la naturaleza, de la física, de la dinámica de los seres vivos nunca podremos cambiarlas, por grandes que sean nuestras ilusiones al respecto.
Pero las grandes cumbres climáticas aseguran haber empezado medidas drásticas para evitar el apocalipsis. ¿Qué credibilidad concede a sus decisiones?
El calentamiento global, siendo una realidad devastadora, es sólo la manifestación de otras dinámicas que deberíamos atajar si queremos evitar el apocalipsis climático hacia el que nos dirigimos. Nuestro principal problema ambiental es la extralimitación ecológica, el choque de las sociedades industriales contra los límites biofísicos de la Tierra. Si utilizamos la herramienta de la huella ecológica como indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana podemos observar que, en la actualidad, consumimos los recursos inexistentes de 1,5 planetas Tierra. Y eso a pesar de las carencias y desigualdades que asolan a buena parte de la humanidad. Dicho de una forma más didáctica: si quisiéramos generalizar al resto del mundo el modo de vida de los españoles necesitaríamos tener 3 planetas como la Tierra a nuestra entera disposición. Y si quisiéramos generalizar el de EEUU, que muchas veces ponemos como ejemplo de éxito, necesitaríamos 6. Es una locura que emana de esa construcción económica de tierra plana de la que hablaba antes.
Entonces, ¿qué empuja al mundo a seguir enalteciendo el crecimiento económico pese a saber que conduce a la destrucción?
El capitalismo, cuya dinámica es autoexpansiva y deniega cualquier salida alternativa. Para hacer frente al cambio climático deberíamos cuestionarnos antes los resortes básicos del capitalismo, algo que parece prohibido. Por eso digo que las cumbres mundiales sobre el calentamiento global no son realmente efectivas sino más bien ejercicios de diplomacia teatral.
¿No sirven para nada? 
Confunden a la opinión pública. La prueba es que los grandes expertos en el cambio climático como James Hansen, a quien podríamos considerar el climatólogo jefe del planeta, calificó de farsa la cumbre celebrada en París. Se intenta poner un límite a las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero pero los límites son absolutamente incompatibles con el sistema productivista actual. Aunque el síntoma sea el calentamiento climático, la enfermedad se llama capitalismo.
¿Por qué el movimiento ecologista, cuya expresión política llegó a gobernar en países como Alemania, es descalificado hoy por muchos gobiernos?
Ojalá fuéramos descalificados un poco más porque así seríamos mucho más fuertes y activos. La realidad es que las descalificaciones son un indicio de una situación paradójica: aunque la percepción generalizada es que el mundo se ha comprometido en la lucha contra el cambio climático, eso no es así. Sabemos que desde los años 60 y 70 había evidencias sobre cuál era la dinámica del sistema y los límites del crecimiento pero los mismos a los que hoy se les llena la boca con la lucha contra el cambio climático decidieron poner en marcha toda una campaña global para impedir que se tomaran las decisiones correctas. Bastaría con leer un libro de Sicco Mansholt, un socialdemócrata holandés que era presidente de la CEE cuando en los años 1972 y 1973 se produjo el primer choque petrolero mundial, en el que aboga por un cambio radical en las estructuras de producción y consumo que hoy serían catalogadas como radicales y peligrosas. 
¿Cuándo se quiebra ese proceso de sensibilización medioambiental?
En los años 80, con la fase neoliberal del capitalismo. Desde entonces, el retroceso ha sido constante pese al aumento de lo que algún experto denomina sosteni-blabla, es decir, mucho discurso, mucha cháchara, mucha propaganda y mucha estrategia de comunicación sobre energía verde. Pero la realidad vuelve a ser demoledora: la acción brilla por su ausencia y los planteamientos de fondo, incluso aquellos realizados por gente del establishment como Sicco Mansholt, son estigmatizados por rechazar el dogma del crecimiento infinito.
¿Estamos a tiempo de frenar el cambio climático?
Hemos llegado a un punto tal que lo que hace 30 años hubieran sido estrategias de cambio gradual ahora ya no están a nuestro alcance. Para hacer frente al calentamiento global necesitamos salir a toda prisa del capitalismo salvaje en el que hoy nos movemos.
¿Cree que el mundo está dispuesto a renunciar a esos principios económicos pese a conocer los riesgos?
Los cálculos teóricos realizados por investigadores canadienses sobre las opciones que resultarían de respetar los límites biofísicos de la Tierra indican que, por ejemplo, el parque móvil de un país como España, que tiene 15 millones de coches, debería ser de unos 180.000 vehículos con motor de combustión. Pero claro, eso es inaceptable en términos industriales. El caso es que, si no se acepta esta realidad, no hay lucha alguna contra el cambio climático. 
¿Quiere decir que la humanidad está condenada si no renuncia al modo de vida capitalista?
Ya decía antes que las leyes de la naturaleza existen y son las que son. No podemos cambiarlas pese a la ilusión que albergamos de que una especie de tecnociencia omnipotente conseguirá derrotarlas. Donde podemos actuar, en cambio, es contra la organización de nuestro modelo de vida que no está sujeto a ninguna ley física. 
¿Qué impide cambiarlo?
Que no nos creemos lo que sabemos. Si fuéramos capaces de hacerlo, tomaríamos decisiones racionales para cambiar un modelo que nos lleva a la destrucción. Para que esto se produzca nos haría falta un enorme ejercicio de reforma intelectual y moral. El problema es que nuestras sociedades están organizadas contra eso. Fatídicamente, el neoliberalismo se impuso con sus ideas aberrantes de que todo depende de los gustos y preferencias individuales, y que igualdad y libertad son dos principios contrapuestos, cuando una mínima reflexión indica que es una falacia. Necesitamos bienestar humano pero necesitamos que sea compatible con los límites biofísicos del planeta. Somos la primera generación de la historia que entiende perfectamente lo que está pasando y posiblemente seremos la última que pueda evitar la catástrofe hacia la que nos dirigimos.

ESPERANZA...EQUILIBRIO DE VIDA.

Llama la atención que sean precisamente los más jóvenes, que siempre suelen ser acusados de vivir deprisa y mirar por sí mismos, quienes estén señalando las costuras de este sistema. Todavía hay mucha esperanza, desde luego. Y este es un muy buen hilo del que tirar para cambiar a una generación con personas que están comprometidas con el Medio Ambiente y por supuesto con la Eficiencia Energética, en todos los sectores productivos y sociales.

Los estudiantes que participaron este viernes en nuestro país en la huelga por el clima de la mano del movimiento internacional #Fridays4Future han señalado al emperador desnudo. Han pasado 12 años desde que Rajoy citara a su primo y nos dijera que no podíamos convertir el cambio climático en el gran problema mundial porque nadie podía saber si era cierto. Hoy ya nadie niega su existencia y sus efectos se notan con contundencia en países como España, donde el riesgo de desertificación es de los más altos de Europa. Estamos, como dicen ellos, ante una emergencia climática.

Sin embargo, ninguno de los partidos gobernantes hasta el momento se ha tomado en serio esta cuestión, y ha preferido seguir sacrificando nuestra tierra y nuestra salud a costa de los beneficios y la contaminación de las grandes empresas energéticas y eléctricas. Esas con suculentos consejos de administración a donde llevan siempre las puertas giratorias. En esta década la lucha contra el cambio climático se ha convertido en un asunto de alto consenso y baja intensidad. 
Ahora, los jóvenes liderados por Greta Thunberg señalan al emperador desnudo. Se nos acaba el tiempo para echar el freno de mano. Es ahora o nunca.

Tenemos una sociedad que se ha construido sobre el principio universal de usar y tirar. Usamos y tiramos cosas, usamos y tiramos personas. Vamos rápido, aunque no sepamos muy bien a dónde vamos. Llama la atención que sean precisamente los más jóvenes, que siempre suelen ser acusados de vivir deprisa y mirar por sí mismos, quienes estén señalando las costuras de este sistema. Normal, les va la vida en ello. Y a nosotros también. Hay que darles las gracias, sin duda, pero sin la condescendencia adultocéntrica que suele caracterizarnos. Hay que darles las gracias y tomarse muy en serio sus reivindicaciones, porque recibir el planeta y su biodiversidad al menos en las mismas condiciones que la generación anterior es su derecho. Su derecho intergeneracional, concretamente.

De momento, la herencia que les dejamos es como para que den ganas de rechazarla, si eso fuera posible. La temperatura en las ciudades españolas ha subido el doble que la media mundial en 50 años, el 80% de España está en riesgo de desertificación, los grandes incendios forestales arrasan nuestros bosques cada verano y el agua se ha convertido en un bien con el que especular y corromper, más que un derecho a garantizar.


Necesitamos reencontrar el equilibrio, un nuevo contrato social y medioambiental que nos permita armonizar nuestras vidas, hacerlas dignas y seguras, al mismo tiempo que conservamos y cuidamos el planeta

No podemos permitir que las grandes empresas multinacionales, quienes han bloqueado y presionado contra el autoconsumo energético y contra la democratización del cambio de modelo productivo, sean ahora quienes de mala manera y a trompicones avancen en la transición energética dejándose a la gente por el camino. Exactamente eso es lo que están haciendo en Asturias Iberdrola y Naturgy que han decidido cerrar sus centrales térmicas sin tener en cuenta a los trabajadores y trabajadoras. El gran objetivo común al que nos enfrentamos como sociedad no pasa por cambiar unos privilegios de ganancia por otros: antes con las térmicas, ahora con las renovables, mientras la gente no tiene para vivir en sus pueblos y ciudades.
Muy al contrario, este reto ecológico, si se aborda en serio y de manera integral, es una gran oportunidad para la creación de empleo y de oportunidades económicas en las zonas más deprimidas y abandonadas por la desindustrialización. No olvidemos, además, que son esas mismas personas trabajadoras y sus comunidades las que han pagado con su salud la brutal contaminación del aire producida por esas mismas térmicas. También conviene recordar que otra de las consecuencias de este nefasto modelo energético ha sido la subida incontrolada de la factura energética de los hogares y las dramáticas situaciones de pobreza energética.
Avanzar hacia un país sostenible, hacia un horizonte verde, implica cambiarlo todo porque nos obliga a reordenar nuestras prioridades. Las políticas desarrollistas sin freno son incompatibles con la vida y están llevando al planeta más allá de sus límites. Son las mismas que han arrasado el medio ambiente con tal de construir infraestructuras innecesarias y llenas de sobrecostes, como una parte importante de las líneas de AVE. Esas políticas han llenado los bolsillos de las empresas constructoras que luego, a su vez, llenaban los bolsillos de los políticos del PP.
Necesitamos reencontrar el equilibrio, un nuevo contrato social y medioambiental que nos permita armonizar nuestras vidas, hacerlas dignas y seguras, al mismo tiempo que conservamos y cuidamos nuestra tierra, para garantizar que las vidas de los que vienen después, también lo sean. Es posible, no dejemos que nos pueda el bloqueo y la indefensión en la que nos quieren sumir los que se benefician de este sistema. Empieza tomando conciencia, empieza cambiando lo que piensas para cambiar lo que haces.



domingo, 10 de marzo de 2019

¿Por qué lloran las ventanas?


¿Por qué lloran las ventanas? Mucha gente, más de una vez, se ha hecho esta pregunta.
¿Por qué lloran, casi siempre, por la noche? ¿Tienen miedo? ¿Tienen frío? ¿Por qué las mías lloran por los marcos y las de mis padres por los vidrios?
Condensación, ábaco psicrométrico, ventilación, puentes térmicos, humedad… son algunos de los conceptos “etéreos” que sabes que existen pero que nadie se atrevió a explicarte. Al menos, no con la claridad con la que lo hace este artículo.

Los lectores más avispados ya sabéis que realmente las “lágrimas” de las ventanas no son otra cosa que el agua de condensación de la humedad contenida en el aire.
La condensación es un cambio de estado a través del cual el vapor de agua se convierte en gotas líquidas.

Ahora bien, ¿Por qué se produce la condensación?

Sabemos que el aire tiene un determinado contenido de humedad (vapor de agua). Cuando este aire recibe más vapor de agua del que puede “absorber”, lo expulsa en forma de agua.

¿Y cuánta agua puede absorber el aire?

Pues depende de la temperatura de ese aire.
Por ejemplo, a 20ºC, el aire puede “almacenar” hasta 15 gramos de agua por cada kilogramo de aire seco. En cambio, a 15ºC, solo puede abarcar 11 gramos por cada kg de aire. Una vez sobrepasados esos límites, el vapor de agua cambia de estado y se convierte en gotas de agua.
Cuanta más alta sea la temperatura ambiente, más cantidad de vapor de agua puede almacenar el aire
Para saber cuán cerca de la saturación estamos, se emplea el término de la humedad relativa (HR). La humedad relativa relaciona el contenido de vapor de agua existente en el aire y el vapor de agua de saturación.
Por ejemplo: si en un ambiente hay una Humedad relativa del 50%, significa que el aire tiene la mitad del agua que podría absorber antes de alcanzar el punto de condensación o punto de rocío.
Cuanto más alta sea la humedad relativa, más cerca estamos de que se produzca la condensación del vapor de agua

¿Como se “crea” el vapor de agua en una vivienda?

Existen varios focos de generación de vapor de agua que aumentan el porcentaje de la humedad relativa:
  • Las personas, al respirar y al sudar, podemos producir en torno a un litro de agua diaria en forma de vapor.
  • Acciones rutinarias, como cocinar o ducharse, puden generar hasta 3 litros de vapor de agua al día.
Cabe recordar que para tener un confort térmico adecuado en la vivienda, es necesario regular el nivel de humedad. Además, las viviendas se construyen cada vez más estancas, lo cual es muy bueno térmicamente, pero al mismo tiempo nos obliga a ventilar mejor. Ya sabéis que para obras nuevas, recomiendo enérgicamente colocar un equipo de ventilación mecánica con recuperación de calor. Pero esto os lo explico de forma más ampliada en el último apartado de este Post.

Ábaco psicrométrico

Aunque se trata de un diagrama que maneja conceptos más técnicos, seguro que con lo que hemos visto hasta ahora y un par de cositas más, lo entenderéis perfectamente ;-).
El ábaco psicrométrico relaciona la temperatura, el contenido de humedad y la humedad relativa.
En este gráfico podemos observar que, para el punto A, con una temperatura de 20ºC y una humedad relativa de 50%, su contenido de humedad es de 7,5 g/kg. Recordemos que ese 50% significa que el aire tiene la mitad del agua que podría absorber.
Diagrama psicrométrico
Diagrama psicrométrico
Por lo tanto, manteniendo esos mismos 20ºC pero con una HR del 100% -que corresponde con un contenido de humedad de 15 g/kg- se produciría la saturación, por lo que cualquier contenido de agua a mayores condensaría en forma de gotas de agua.
Otra forma de condensación se produciría si, aún manteniendo el contenido de humedad, descendiese la temperatura. Así por ejemplo, en el punto B confluye el anterior contenido de humedad (7,5 g/kg) y la curva de saturación (100% HR). Usando el diagrama podemos observar que la temperatura de rocío para esa cantidad de agua en el aire sería de casi 10ºC.
Llegados a este punto, ya sabemos que la condensación depende de la temperatura del aire y de su contenido de humedad. Pero… ¿Qué pintan las ventanas en todo esto?

Las ventanas lloran porque tienen frío

Aunque ya te lo habrás imaginado si has llegado hasta aquí, te lo confirmo: las ventanas lloran porque tienen frío.
Si eres un asiduo de este Blog, ya lo sabes, pero si no, ya te lo adelanto: Las ventanas son el punto más débil de una vivienda. Térmicamente hablando. Por muy buenas que sean las ventanas, nunca serán mejores que un cerramiento malo. Por eso debemos usarlas como captadores de luz y calor y colocarlas con la orientación adecuada.

Las ventanas lloran por la noche

Por que es cuando más frío tienen. Además, las ventanas que más lloran son las de las habitaciones, porque son las más habitadas. Por la noche, en una habitación, se mezclan: las bajas temperaturas del exterior que nos enfrían la ventana y los altos de niveles de humedad que producimos al respirar mientras dormimos.
Pongamos un ejemplo:
Sobre el gráfico anterior, supongamos que tenemos una temperatura ambiente interior de 20ºC, y un contenido de humedad alto, del 80% (con 2 o 3 personas durmiendo en la misma habitación se alcanza muy fácil, por lo menos en Galicia). Punto C. En estas condiciones, el contenido de humedad por kg de aire es de 12 gramos. La temperatura de saturación para esos 12 g/kg sería de 17ºC.
Con una temperatura interior de 20ºC y una exterior de 5ºC (por ejemplo), os aseguro que la temperatura superficial en el interior de una ventana común baja de los 17ºC sí o sí. Y la del aire que está en contacto con esa superficie, también. Porque no debemos olvidar que el que condensa es el vapor de agua contenido en el aire sobre la ventana, no la ventana en sí.

¿Y a veces condensa sobre el marco y en otras sobre el cristal?

Porque siempre condensa sobre la superficie más fría. Si existe una superficie a 16ºC y otra a 15ºC, condensa antes en la de 15ºC. Debemos darnos cuenta que la humedad va aumentando en el transcurso de la noche, y la temperatura de la superficie de condensación va disminuyendo. Cuando se encuentran esas dos variables en la curva de saturación (HR=100%) empieza a condensar.
Existen 2 materiales pésimos en cuanto a transmitancia térmica que usamos en construcción: los metales y los vidrios. Y si tenemos ventanas de aluminio y un solo vidrio, estamos destinados a que las ventanas no paren de llorar. Incluso por el día.

Vidrios

En mi propia casa el vidrio es malo. Únicamente es un vidrio doble, tipo climalit. Sí, sacaros de la cabeza que un vidrio doble mola, porque no es así. Lo único peor que un vidrio doble es un vidrio simple o un marco de aluminio sin rotura de puente térmico (RPT). Si alguna vez comprais una ventana con doble vidrio, que por lo menos tenga en la cámara un gas noble y una capa de baja emisividad.

Marcos

Pero en mi casa las ventanas lloran por el marco. Sí, el aluminio sin RPT es de lo peor. Y el aluminio con RPT es lo segundo peor (energéticamente hablando). El material que hace la rotura de puente térmico suele ser poliamida. Es un material aislante que se integra entre las partes interior y exterior de aluminio. Esto provoca que el flujo de calor disminuya considerablemente. Cuanto más ancho sea este elemento, mejor será el aislamiento térmico que ofrece el marco, pero mayor será el espesor de la ventana.
Para un mismo espesor de marco, las carpinterías de PVC funcionan mucho mejor que el aluminio con RPT. Y las carpinterías de madera aun mejor que las de PVC.
En casa de mi suegra las ventanas lloran por el vidrio. A pesar de tener unas ventanas muy deficientes, son de madera, por lo que la parte débil es el acristalamiento.

¿Y las paredes no lloran?

Pues también. Y los techos. Sobre todo en zonas de puentes térmicos
Los puentes térmicos con zonas muy débiles existentes en un cerramiento (térmicamente hablando).
Suelen ser elementos que unen el ambiente exterior con el interior a modo de “puente”. Por ejemplo, los pilares empotrados en un cerramiento tienen por una cara la superficie de cerramiento exterior y por otra la superficie de cerramiento interior. A través de ese hormigón el calor fluye “casi” libremente, por eso su superficie interior está mucho más fría que el resto de la pared.
En estos puntos no se llegan a apreciar las gotas de agua porque suelen ser materiales con algo de absorción (no como los vidrios o los metales). Sin embargo sí se producen puntos de humedad que en muchas ocasiones acaban originando colonias de moho en esas zonas.

Conclusión y consejos

El hecho de que las ventanas lloren significa que esa zona está muy fría y, por lo tanto, que estamos perdiendo mucho calor por ella. Digamos que el hecho de que lloren es su modo de protestar porque tienen frío y necesitan “ropa de abrigo”.

Las opciones para mejorar las prestaciones térmicas de las ventanas son:

  • Su sustitución por otras de mejores características. Directamente. Sin tapujos. Hay gente que recomienda  sustituir solo los vidrios por otros mejores, si el problema de condensación radica en estos. Yo no. Es muy muy raro tener unos marcos buenos y unos vidrios muy malos. Y posiblemente si el vapor de agua no condensa en el marco es porque el vidrio es “aún peor”. Sustituyendo solamente los vidrios posiblemente lo que consigas sea que después la humedad condense en los marcos.
  • Añadir otra ventana en el mismo hueco. Esto se hace mucho en rehabilitación y, de este modo, obtendremos un doble ventanal. Lo más común es tener ventanas correderas muy deficientes y lo que se hace es meter otras ventanas correderas por la parte exterior de estas. La ventaja es que sus aperturas son  compatibles entre sí y, además, la persiana quedaría situada entre las dos ventanas. Esto es un plus, puesto que minimizamos muy mucho el puente térmico de la caja de persiana. Recuerda: La caja de persiana está en el interior de la vivienda, pero la persiana en sí suele salir por el exterior de la ventana, por lo que ahí tenemos un enorme puente térmico. Y esto conlleva unas enormes pérdidas de calor que no tendremos situando una ventana por el exterior de esta persiana.
Además de mejorar la temperatura de las ventanas para evitar condensaciones, también es recomendable mejorar el contenido de humedad. Recuerda que un buen confort requiere un buen contenido de humedad. Además, estarás ayudando a tu calefacción, a hacer bien su trabajo, puesto que es mucho más sencillo calentar “aire” que calentar “aire y agua”. El agua necesita más energía para aumentar su temperatura, lo que supone una mayor exigencia de calefacción.

Las opciones para mejorar el nivel de humedad en una vivienda son:

  • Ventilar correctamente. Además de regular el nivel de humedad, también renovaremos el aire viciado y cargado de CO2 por otro más puro (salvo que vivas en el 1º piso de una gran ciudad)
  • Colocar un deshumidificador para bajar la HR por debajo del 50% o un humidificador para subirla por encima del 40%. Esto dependerá del clima en el que vivas. Aquí en Galicia, por ejemplo, la mayoría de la gente no se cree que los humidificadores existan.
  • Sistema de ventilación mecánica. Esto ya es la opción PRO. Se trata de un sistema que coge del exterior el aire que necesita, los pasa por unos filtros para limpiarlo y lo introduce en habitaciones y salón. Al mismo tiempo, recoge el aire viciado de los baños y la cocina y lo expulsa al exterior. Se genera entonces un circuito de renovación de aire muy lento pero constante, que hace que no sea necesario abrir las ventanas para ventilar. Como lo oyes: ¡no es necesario abrir las ventanas para ventilar!. Y luego existe la versión “mega PRO”, que consiste en que a este circuito se le añade un sistema de recuperación de calor. Se trata de un aparato que cruza ambos flujos (el de entrada de aire a la vivienda y el de salida) pero sin mezclarlos, recuperando hasta el 90% del calor de este último y pasándolo al anterior. Es decir, que si fuera hay 0ºC y dentro 20ºC, en lugar de meter aire a 0º y expulsarlo a 20º, lo que hace es meterlo a 18º. Sí, parece ciencia ficción, pero no lo es. Y lo mejor es que el consumo de estas máquinas es muy bajo y que su precio es bastante inferior a un sistema de calefacción convencional. Para obra nueva, sobre todo, es hiperrecomendable.

Casas Baratas Low Cost.

¿En qué consisten las casas baratas o casas low cost?

En la mayor parte de los casos en los que se habla de casas baratas (o low cost) se trata de viviendas prefabricadas en taller (también llamadas premontadas). Éstas tienen la ventaja de ser ejecutadas en condiciones ambientales y laborales favorables y con mano de obra completamente especializada. También se optimizan la materias primas y sus desperdicios, y únicamente se realizan en obra trabajos como la cimentación, el montaje de la casa y las conexiones de agua, electricidad, saneamiento y telecomunicaciones.
En otros casos, se trata de viviendas “comunes”, hechas in situ, pero las empresas que las comercializan aseguran que al tener un alto volumen de trabajo y hacerlas de forma muy parecida unas de otras (incluso tienen catálogos), se optimizan costes en la ejecución y en la adquisición de los materiales, consiguiendo casas muy económicas.
Tanto en un caso como en el otro, el objetivo es conseguir viviendas a un bajo precio. Para ello, optimizan los tiempos de ejecución y ofrecen calidades que, como mínimo, cumplen las exigencias de la normativa actual.

¿De qué hablamos cuando hablamos de precio?

Contrariamente a lo que se piensa, el “precio final” es mucho mayor que el precio pagado a la empresa constructora.
El precio final de una construcción es la suma de muchos costes. Resumiendo:
– Presupuesto de Ejecución Material (PEM). Es el precio que conlleva la ejecución directa de las diferentes partidas de obra (albañiles, instaladores, materiales, carpinteros…). Es lo que se le paga al constructor.  Se usa coloquialmente cuando se habla de precio de la obra.
– Acondicionamiento de la parcela. Aunque podría estar incluido en el PEM, no suele estarlo. Refleja las actividades que se realizan en el terreno no construido una vez acabada la obra.
– Coste de los técnicos. Proyecto, Arquitecto director de obra, Aparejador director de ejecución y Coordinador de seguridad y salud (suele ser un aparejador).
– Licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento correspondiente (suele ascender al 4% del PEM)
– Enganches a redes generales de abastecimiento (agua, electricidad, saneamiento y telecomunicaciones) que se paga a las diferentes compañías.
– IVA de todo lo anterior (menos de la licencia).

Para tener una referencia concreta y a modo orientativo:

Podemos estimar que el PEM de una vivienda unifamiliar “común” de calidades medias en Galicia suele rondar los 900€/m2 construido. Esta estimación depende de muchos factores y cuanta más superficie tenga la edificación, inferior será el ratio de coste. No obstante, a modo orientativo, podríamos estimar que una vivienda de calidades medias de 150m2 rondaría un PEM de 135.000€.
Con unas calidades “básicas”, y siempre cumpliendo la normativa existente, podríamos bajar el ratio a unos 800 €/m2. Incluso con un estudio exhaustivo y un proyecto muy trabajado podríamos llegar a los 750 €/m2. Aunque muchas veces se promete lo contrario, bajar de estos ratios es muy complicado e, incluso, temerario.
Con respecto al coste de proyecto y de los técnicos, se podría estimar en 90 €/m2 construidos. En este sentido, cabe matizar que la variación de precios de hoy en día es abismal. Yo siempre recomiendo anteponer calidad a precio, pero eso es materia para otro post.
Es decir, en una vivienda común con calidades básicas:
800 €/m2 (PEM) + 90 €/m2 (proyecto y técnicos) = 890 €/m2 sería el ratio del PEM + Proyecto + Técnicos por cada metro cuadrado de vivienda construida en una casa económica común.

Pero entonces, ¿Cuánto cuesta una vivienda low cost?

Las casas low cost (o casas baratas) son más económicas, pero ¿cuánto más económicas?
Para tratar este tema, diferenciaré entre 3 tipos de “ofertas”:
  • Ofertas agresivas de casas prefabricadas
  • Ofertas de empresas “serias” en casas premontadas
  • Ofertas de empresas “serias” en casas tradicionales

– OFERTAS AGRESIVAS DE CASAS PREFABRICADAS

En internet se pueden encontrar webs que ofrecen casas baratas prefabricadas, a precios por debajo de los 500 €/m2. Hemos analizado una de las empresas que se publicita en internet:
Lo primero que hay que matizar es que este precio se refiere al PEM, por lo que no es el precio total que costará la vivienda. Además, tal y como la propia web indica, las calidades de los materiales son “básicas” (poseen también calidades “medias” y “maestro”, pero se incrementa el coste hasta un 25%) y no se incluyen en el presupuesto cosas como: la cimentación, el aislamiento térmico necesario, ningún tipo de instalaciones… ¡ni siquiera las tejas!
Captura web
Esta web, en concreto, ofrece tanto “cabañas de madera” como “casas de madera”. A juzgar por lo que incluyen estas últimas en el precio, no deben diferir mucho de las primeras. Recordemos que para catalogarse de “casa” o “vivienda” a una edificación, ésta debe cumplir una estricta normativa. Además, para construirla, debe poseer su preceptiva Licencia de Obras.
Únicamente con lo explicado en su web, es difícil saber cuán más económicas son con respecto a las viviendas “comunes”. No obstante, con una “casa barata” de este tipo es difícil ahorrarse más de un 10%.
De cualquier manera, la publicidad engañosa hace que la empresa pierda toda mi credibilidad y confianza.
Para catalogarse de “casa” o “vivienda” a una edificación, ésta debe cumplir una estricta normativa

– OFERTAS DE EMPRESAS “SERIAS” EN CASAS PREMONTADAS

No todo es engañoso en el mundo de la prefabricación. Existen empresas que realizan grandes trabajos y además, consiguen para sus clientes precios muy competitivos dentro del mercado.
Se trata de empresas con una larga trayectoria en la construcción. Normalmente son autofabricantes y poseen una red de montadores en distintas zonas de la geografía española. Se basan en optimizar perfectamente la fabricación de los materiales que se acoplarán en obra, reduciendo desperdicios y acortando mucho los tiempos de ejecución de la vivienda. Esta reducción en los plazos de entrega hace que también la supervisión de obra por parte de los Técnicos se abarate mucho. Además, el elevado volumen de proyectos que realiza su oficina de arquitectura hace que el proyecto salga muy económico.
Muchas de estas empresas poseen incluso gamas de vivienda de alta eficiencia energética (mejores aislamientos, ventanas de madera con acristalamientos triples, mayores coeficientes de estanqueidad al aire…) que se pueden adquirir a un precio mucho más económico que en una obra tradicional.
Aunque la variedad de  acabados y calidades en estas construcciones es infinita, podríamos decir que una vivienda de calidades básicas e incluyendo en el coste el Proyecto y los Técnicos, podría rondar los 800 €/m2.
La diferencia de precio entre una vivienda común y otra hecha con esta empresa apenas llegaría a los 90 €/m2.
Se correspondería a un ahorro aproximado de un 10%. Si en vez de una casa barata lo que buscamos es una vivienda con mejores calidades, este ahorro sería mayor. Es más fácil conseguir viviendas de altas prestaciones prefabricándolas en taller que construyéndolas in situ.

– OFERTAS DE EMPRESAS “SERIAS” EN CASAS TRADICIONALES

Existen empresas que no ofrecen viviendas prefabricadas ni premontadas, sino que su oferta se basa en casas convencionales. Estas empresas aseguran aprovechar toda su experiencia y sus grandes volúmenes de obra para conseguir precios económicos en viviendas comunes.
Todo esto lo comercializan en forma de pack: Proyecto + Dirección Técnica + Construcción, todo en uno. Además, con catálogos, para que el usuario se pueda hacer una idea preconcebida y le sea más fácil decidirse.
Analizamos una de ellas.
Se trata de una empresa de construcción gallega con muchos años en el sector. En su página web ofrecen viviendas modernas, tradicionales, rústicas, económicas y low cost. Escogemos una de las más baratas. El ratio de precio está en torno a los 820 €/m2. En este precio se incluye, además del proyecto y los técnicos obligatorios (arquitecto y aparejador), un técnico de confianza elegido por los propietarios para comprobar la correcta ejecución de las obras (algo muy a valorar, por otra parte).
Es evidente que tratándose del tipo de vivienda low cost (así le llaman en su web), sus calidades serán en la mayoría de los casos, básicas.
Observamos que la diferencia entre los 820 €/m2 y los 890 €/m2 estimados anteriormente no es muy grande.

Además, hay que matizar varias cosas:

– La empresa habla de que al presupuesto hay que añadirle el precio de la calefacción, puesto que depende mucho del tipo de caldera y de emisores que se escojan. Me parece aceptable la justificación, pero el cliente debe saber que al presupuesto debe añadirle un importante incremento por este concepto (que difícilmente bajará de los 12.000€, teniendo en cuenta que según qué tipo de caldera se escoja se hace obligatorio el uso de paneles solares térmicos)
– Esta empresa en su web habla de “Nuestras viviendas tienen la calificación energética máxima, la A, con una caldera ecológica como la de PelletsSin ser mentira lo que dicen, omiten de forma descarada decir que casi el 100% de las viviendas que poseen caldera de pellets poseen esta calificación (a mi juicio, se trata de una gran incongruencia de la normativa actual, pero esto lo comentaré en otro post). No depende la buena calificación, por tanto, del “aislamiento superior” como quieren hacer creer, sino del tipo de caldera –que tal y como se comenta en el apartado anterior, ni siquiera está incluida en el precio. Es más, según la normativa actual con respecto a las condiciones térmicas, los aislamientos que detallan en su memoria de calidades podrían incluso quedarse escasos.
– La piscina no está incluida. Aunque es evidente, la piscina que adorna muchas veces sus catálogos e infografías no está incluida en el precio.
En resumidas cuentas, los precios que esta empresa propone no son ninguna “oferta especial” y se pueden conseguir en una vivienda tradicional de calidades básicas.
Por el contrario, lo que sí que consiguen es disminuir la incertidumbre con un contrato de obra llave en mano. Además,  aportan la experiencia y seriedad adquirida a lo largo de todos estos años.

NOTA: En este ejemplo, esta empresa no incluye la calefacción, pero he podido observar muchos ejemplos en los que lo que omiten en su presupuesto son las cimentaciones y el movimiento de tierras o algunas, incluso, la instalación eléctrica.

Conclusión

– La normativa actual exige unas calidades mínimas que debemos cumplir a la hora de ejecutar una vivienda. Estos requerimientos provocan que sea muy difícil abaratar en la ejecución de una obra. Con algunos tipos de viviendas prefabricadas se consiguen casas baratas con mejores prestaciones, pero el ahorro económico no suele superar el 10%. Por lo tanto:
El TRUCO 1 es vender como oferta lo que realmente no lo es tanto. Es muy difícil ahorrarse más de un 10% con respecto a una vivienda común de calidades básicas.
– Existen muchas webs que ofertan casas económicas, pero es necesario analizarlas pormenorizadamente, puesto que en la mayor parte de los casos hay partidas de obra que no se reflejan en el presupuesto.
El TRUCO 2 es omitir partidas importantes en su presupuesto

sábado, 9 de marzo de 2019

Día Internacional de la Mujer...Vanguardia técnica y social..

Feliz día internacional de la mujer a todas las mujeres que trabajan en eficiencia energética, ayudando a enfrentar el cambio climático. 
El tema de este año es "Piense igual, construya inteligente, innove para el cambio". Las mujeres a menudo están subrepresentadas en las industrias STEM, arquitectura y construcción. 

Nosotros en el Instituto de la casa pasiva estamos orgullosos de que la mitad de nuestro personal son mujeres, y esperamos ser un ejemplo para el movimiento de la casa pasiva y la industria en general. Con mujeres representadas en todos los niveles, en todos los departamentos-desde la investigación y el monitoreo hasta las comunicaciones y la certificación-nuestro entorno diverso de género es crítico para nuestro éxito y el avance del estándar de la casa pasiva. 

Gracias a nuestro maravilloso personal por el gran trabajo que hacen! 
#internationalwomensday #passivehouse #buildsmart ONU Mujeres
internationalwomensday hashtagpassivehouse hashtagbuildsmart UN Women